martes, 17 de abril de 2012

IMPRESIONES ONÍRICAS

Los sueños son una fuente interminable de ideas, imágenes y emociones que explican la existencia de una vida paralela a la vigilia. Éste ha sido un tema recurrente en el arte, tanto visual, como de creación literaria, y es innegable su vinculación con la psicología; tal es el caso de la interpretación de los sueños, la utilización de técnicas proyectivas para ayudarnos a comprender el entramado psicológico del ser humano, por ejemplo la utilización de creación de historias a través del dibujo de la figura humana mediante la presentación de láminas (Test de Apercepción Temática), o bien ante la presentación de manchas de tinta (Test de Roschach).
Por otra parte, el  movimiento surrealista ha basado su aportación en la existencia de una realidad onírica, en la que los mecanismos de defensa del yo rompen su barrera y se explayan en diversas formas, dejando a la imaginación en un lugar preponderante. Fue André Breton, quien en su manifiesto surrealista en pintura se desarrolló con fuerza durante el periodo surrealista y actualmente  sigue siendo fuente de inspiración.
A los surrealistas les fascinó el tema de los sueños sobre todo por el descubrimiento de las teorías de Sigmund Freud, el descubrimiento del Ego y lo irracional o subconsciente. El resultado fue la comunión de la psicología y la pintura. Algunos de los mejores pintores de sueños del surrealismo fueron: Salvador Dalí, Remedios Varo, Leonora Carrington, Giorgio de Chirico, Yves Tanguy y René Magritte
En este caso la creación plástica se presenta como la posibilidad de liberar el inconsciente, apropiándose y recreando los productos de la gran pantalla del cine personal donde se conjugan toda clase de imágenes y emociones, buscando con esto establecer comunicación con el espectador allí donde el inconsciente individual se convierte en una manifestación colectiva.